Después de haber dejado un trabajo que amaba, pero que dejó de ser estimulante, aunque económicamente era bueno, pasé a uno espectacularmente estresante, aunque me daba muchas satisfacciones. El trabajo era bueno pero mi stress se elevó muchísimo, y mi vida se volvió algo muy angustiante. Ese cambio me permitió analizar mi decisión anterior y ver que había sobrevalorado la necesidad de autorealización, pues cuando el stress domina tu vida, te hace valorar la calma y la quietud. Pero cuando el dinero falta todo parece menos importante.
Dejé el stress y hoy trato de mantenerme con una actividad independiente, de la que ya no espero placer ni disfrute sino sólo un ingreso sostenido y suficiente, sin embargo tiene una relativa cuota de tensión y aún aporta sólo una pobre recompensa material. De hecho nace una reflexión que me lleva a la pregunta: ¿Qué debe hacerme feliz?
Muchas personas realizan diversas labores sin que su realización personal se vea comprometida, sólo es un modo de ganarse la vida, y su disfrute personal es ajeno a ello, sin embargo eso parece no poder sucederme a mí. ¿Es así para todo el mundo? El tener a mi familia sana, creciendo a mi lado, sería suficiente para muchos, pero parece que no me alcanza. ¿Existe una pastilla para que eso cambie?
En escritos que abundan, tanto en libros como en la red, se motiva a la gente a luchar por “sentirse realizada” haciendo lo que a uno le gusta y con la obligación de perseguir sus sueños contra todo y todos. Sin embargo pareciera un privilegio reservado a unos pocos, como una casa con piscina. A veces me parece que la tan promocionada “autorealización” es sólo una utopía, una ilusión, de la que sólo hablan actores famosos, artistas, científicos ilustres y uno que otro fanático del trabajo que termina dueño de un emporio. ¿Es así? ¿Es correcto aspirar a desarrollar una actividad no sólo porque me provea de alimento sino porque justifique mi vida o mi forma de ser o sentir?
¿Es la felicidad la autorealización, sea ella lo que cada quien supone que debe ser?