Siendo de Perú y viviendo en el país, es bastante vergonzoso
que recién haya conocido el Cuzco pasado el medio siglo, pero creo que lo
importante es que lo hice y no sólo conocí esa hermosísima ciudad sino su mayor
tesoro: Machu Picchu.
Mi visita fue en solitario y sin contratar ningún servicio
adicional. Hubiese sido perfecto viajar acompañada, pues compartir es parte del disfrute, pero no se dio. Con paciencia y anticipación busqué información y preparé mi visita en todos sus
aspectos, sobre todo temas de pasajes y boletos de visita. El Ticket para
ingresar a Machu Pichu lo compré por internet con tarjeta de crédito en el portal del Santuario (http://www.machupicchu.gob.pe/) y los
pasajes de tren los compré llegando al Cuzco, en las oficinas de la empresa
local. El alojamiento lo reservé también por internet a través de Booking.com,
inclusive en Ollantaytambo, sin ningún inconveniente.