El PPT en cuestión habla de cómo ingresó un televisor a la casa y paulatinamente toma el control de la dinámica familiar. ¿Le parece conocido? Finaliza el texto diciendo que ahora el televisor tiene una esposa: la pc, y un hijo, el móvil (celular). ¡Se necesitan comentarios? Creo que no.
Como profesional de la comunicación, una preocupación que
data de años, no es el daño que pueda causar al televidente el consumo de
ciertos programas con extremo contenido de violencia o sexo explícito, sino el
que causan aquellos programas que no parecen tener un contenido peligroso o dañino.
En la lista, que es larga, podríamos,
actualizando el asunto, citar a muchos programas “pseudo infantiles”, que
llenan las mentes de los niños y niñas de contenidos alienantes y nocivos para
su formación, series de niños o jóvenes (con actoires de carne y hueso o con
dibujos animados o “cartoons”) muy lindos todos pero mostrando como cosa
cotidiana escenas donde las figuras de autoridad (maestros, padres, autoridades)
parecen idiotas (¡todos!), (¡los listos!) y lo “cool” es faltar a clase el 90%
del tiempo para perderlo en cualquier forma de vagancia, pero con amigos y siempre vestidos a la moda. Si bien estos
programas no muestran desnudos ni sangre, tienen un gran poder “deformativo" en
las mentes de niños/jóvenes.