En la red se ventila hace bstante tiempo un problema que afecta a mucha gente en el país: mientras la tecnología permite imprimir en Suiza un original enviado desde Tailandia y que esté empastado y en vías de distribución en dos días, en las ciudades los escritores pasean con su original bajo el brazo sin que los quieran publicar, pues la globalización de las editoriales favorece a los grandes autores que sólo publican sobre seguro, dados los altos tirajes que realizan (sobre los cinco mil ejemplares).
La web está plagada de foros donde los desilusionados escritores en potencia intercambian sus experiencias y reciben consejos de otros que ya pasaron por lo mismo, sin embargo la salida la ofrece la tecnología, que a las finales es una de las ventajas que tenemos que sacarle a la globalización, que bien fregados nos tiene por otros (muchos) lados: la autoedición de bajo tiraje.
¿Qué significa? Que en base a la tecnología POD (impresión por demanda) se pueden editar desde uno 01 hasta 500 libros por un precio semejante al del precio unitario de la impresión convencional, sin generar al autor una inversión excesiva por grandes tirajes (mil libros como mínimo) que no se tiene certeza de poder recuperar mediante la comercialización.
Este sistema está difundido en Europa y estados Unidos mediante el sistema on line: se llena un formulario, se envía un original dentro de ciertos parámetros, se hace el depósito del precio y a vuelta de correo se tienen los libros, pero es un procedimiento complejo y algo caro.
Una opción intermedia, entre las empresas on-line y las editoriales, son las pequeñas empresas de servicios editoriales, que ofrecen apoyo y asesoramiento en el proceso y ofrecen precios más económicos. Ver más información en http://quieropublicarunlibro.blogspot.com/p/las-grandes-editoriales-no-publican.html .
¿Qué resultará de esta nueva opción? Posiblemente muchos libros sin gran valor literario, pero en ese contexto aparecerán también grandes valores que de otro modo permanecerían en el anonimato. Los autores galardonados y reconocidos tendrán siempre una puerta abierta para enriquecer nuestro mundo con su arte, pero es importante que no se cierre esa posibilidad a los que sienten dentro de sí ese mismo fuego, ese mismo anhelo de compartir su mundo interior con los demás.
Al parecer la revolución editorial está en manos de los pequeños audaces que promueven nuevos valores y que darán voz a quienes el sistema monopólico de las editoriales quiere dejar en silencio.
Me gustaría que comentaras un artículo que presentamos en la UNT acerca de la problemática vial. Agregame para por enviártelo (sorensatie1@hotmail.com. Gracias de antemano.
ResponderEliminarEntiendo que te refieres a otros post, sobre el tema de la nueva reglamentación orientada a la penalización de los peatones. Te sugiero que comentes ese post ("Sin veredas es mejor", o "por los cruceros peatonales... jamás") y adjuntes el material o el enlace, así compartes tu opinión o contenido con los demás lectores.
ResponderEliminarEstaré esperando!